Las multinacionales de la alimentación rectifican y suspenden el etiquetado de colores
Las cinco grandes multinacionales del consumo (Mondelez,
Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola y Unilever) han dado marcha atrás y suspenden el
sistema de etiquetado por colores que habían diseñado para informar sobre los
valores nutricionales de los productos y que tenían previsto implementar en
algunos países europeos antes de finales de año. Han tomado esta medida porque
no existe un criterio que defina en Europa el tamaño de una porción, que es la
unidad de referencia que toman, en lugar de los 100 gramos de producto, para
señalar la cantidad de grasas, grasas saturadas, azúcares y sal de los
alimentos
Este sistema, conocido como semáforo nutricional, otorga a
los alimentos el color verde, ámbar o rojo en función de si la presencia de
estos nutrientes es alta, media o baja. Este método, alegan las compañías,
permite que el consumidor esté más informado y sea consciente de las
características del producto que elige. Fuentes de Nestlé sostienen que el
motivo por el que el semáforo que han ideado no utiliza los 100 gramos como
referencia es que "existe una variedad muy amplia de productos que se
consumen en cantidades inferiores".
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), sin
embargo, se felicita por la rectificación de las empresas. Este organismo llegó
a pedir a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición
(Aecosan) que impidiera la implantación del semáforo por el sector, porque “las
porciones de consumo estaban definidas por las empresas y eran poco realistas”.
Este modelo también había recibido críticas de los nutricionistas por no tomar
de referencia los 100 gramos. Las porciones, según la OCU, varían en función
del alimento, algo que impide la comparación entre alimentos.
La Unión Europea obliga al sector de la alimentación a
mostrar a los consumidores la información nutricional por 100 gramos y
mililitros "por razones de comparabilidad de los productos en envases de
distintos tamaños". Los sistemas de etiquetado de colores son “información
adicional voluntaria de la etiqueta”, según fuentes de Nestlé. Y por ello,
siguen, “recogen la información por porción realmente consumida”. Pero el
Reglamento del Parlamento Europeo que regula la información alimentaria alerta
de que "no hay pruebas suficientes en toda la Unión de que el consumidor
medio entiende estas formas alternativas de presentación de la información
nutricional".
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