Aprovechando la consulta de una vecina de nuestro pueblo, realizada a través de una de las redes sociales en las que solemos compartir noticias, artículos y contenido relacionado con el colectivo local de Izquierda Unida, hemos considerado interesante compartir la reflexión con el conjunto de la población de Almoradí para acabar los motivos que nos llevan a no acudir, de manera oficial y como representantes políticos, a las procesiones y actos religiosos que se celebran en la localidad.
Los representantes de Izquierda Unida Almoradí no asistimos a las procesiones como partido político porque pensamos que los asuntos institucionales o políticos y los asuntos religiosos no deben identificarse ni relacionarse entre sí, debiendo mantenerse al margen unos de otros, ya que de estar unidos o ser relacionados estaríamos faltando a 1) nuestra constitución (que afirma que el Estado es aconfesional) y 2) a todas aquellas personas de Almoradí a las que representamos que profesan otras religiones, son ateas o tienen cualquier otra creencia.
Es necesario dejar claro que esta postura no significa que nuestra voluntad sea eliminar este tipo celebraciones de la vida cotidiana de nuestro pueblo. Por el contrario, respetamos su celebración dentro de la libertad de culto a la que todos tenemos derecho, pero nunca vincularemos nuestra fe o creencias particulares con la vida y/o representación institucional. Creemos en una separación entre el estado y la iglesia, como estado aconfesional en el que vivimos.
Del mismo modo, esta posición oficial que defiende el colectivo local de Izquierda Unida Almoradí, no excluye la posibilidad de que algunos de nuestros militantes y/o simpatizantes asistan a título personal a estas celebraciones, pues la religión es algo relativo a la vida privada de cada un@.
Esperamos haber aclarado las dudas al respecto y estamos a la disposición de todos y todas para cualquier asunto.