Guardamar se encuentra al sur del río Segura, que desemboca en el Mediterráneo en su término municipal. Oficial y tradicionalmente ha formado siempre parte de la comarca de la Vega Baja del Segura, pero también algunos lo consideran parte del Bajo Vinalopó por razones lingüísticas, históricas y geográficas.
Es el municipio más meridional donde se habla valenciano. Dicho idioma es utilizado de forma oficial, junto al español, por la administración municipal y en la educación, aunque en los últimos años el uso del valenciano ha ido decreciendo, siendo reducido su uso a principios del siglo XXI.
La causa de este hecho puede ser motivada por varios factores: el desprestigio y persecución que padeció dicha lengua hasta hace algunas décadas; el hecho de estar la localidad casi totalmente rodeada por otros municipios de habla tradicional española; y sobre todo a causa de la inmigración llegada desde zonas hispanohablantes y del extranjero. De acuerdo con los datos del censo de habitantes de 1991, un 41,8% de la población de Guardamar del Segura sabía hablar valenciano y sólo el 20,5% de la población era capaz de leerlo.
No obstante, desde la llegada de la democracia, existen diversos signos de la revitalización de la conciencia de sus habitantes como municipio valenciano parlante, como la llegada de varios "correlenguas" a la localidad, el aumento del censo de nombres en valenciano, el cambio de nombre de algunas calles o la enseñanza en las escuelas con dicha lengua como vehicular.
Su término municipal cuenta con 11 km de costa, en el que se encuentran de norte a sur la playa de Los Tusales (situada al sur del límite con Elche y separada del resto del término por la desembocadura del Segura, es de disfrute nudista), la playa de Los Viveros, la playa Babilonia, la playa Centro, la playa de la La Roqueta, la playa del Moncayo, la playa del Campo y la playa de Las Ortigas (que se continúa por el sur con el término municipal de Torrevieja).

La pinada de Guardamar


Dunas de Guardamar
Este espacio forestal tiene 800 hectáreas de extensión y en su origen fue un conjunto de dunas de arena móviles, que fueron fijadas a través de la plantación de diversas especies vegetales como agaves, pinos, palmeras, cipreses o eucaliptos.
En la zona siempre había existido una densa pinada, pero en el siglo XVIII fue talada para construir barcos de guerra sin ser nunca repoblada. La desertización consecuente impide fijar los sedimentos del río Segura y la arena proveniente del mar, que arrastrados por el viento de levante forman dunas que en 1896 comienzan a invadir la parte norte del pueblo, amenazando varias viviendas y parte de la huerta.
El 2 de diciembre de 1897 se aprobaba por Real Orden el Proyecto de Defensa y Repoblación de las Dunas de Guardamar. El ingeniero de montes Francisco Mira y Botella aborda la tarea de fijar las dunas, utilizando el llamado método Bremontier. Comienza por plantar líneas de barrón y juncos, protegiendo el espacio con brozas de pino carrasco, hasta formar empalizadas de 80 cm de alto. A medida que las arenas la van enterrando, se planta una nueva serie, hasta que se forma una contra duna de 4 metros de alto. Entonces se sustituye los cañizos por agaves, que van creciendo al compás de la duna, y se van plantando las vertientes. Con ello se logra detener la arena proveniente del mar.
Una vez logrado esto, debe repoblar las dunas entre Elche y Guardamar. En el proceso se repueblan 700 hectáreas con 600.000 pinos (principalmente pino carrasco), 40.000 palmeras y 5.000 eucaliptos. De las especies herbáceas, se plantan hierba mora, esparceta y Pegamoscas, siendo esta última la que proporcionó mejores resultados. Se construyeron 8 Km de caminos, 14 km de contra dunas, 3 viveros, 3 casas forestales, y almacenes. En todos estos trabajos se invirtieron 647.000 pesetas, cantidad que el ingeniero creyó inferior al valor de los edificios y tierras que se salvaron.
El proceso es visitado por el Director General de Agricultura, Minas y Montes en 1911 y por Alfonso XIII en 1923, lo que contribuye a divulgar el éxito de la intervención. En 1929 se finaliza el proceso dando lugar a la actual masa forestal consolidada al lado del mar. Esta pinada, dividida actualmente en dos parques denominados Parque de Alfonso XIII y Parque Reina Sofía, se extiende entre el centro de la ciudad y las playas de Babilonia y de los Viveros.
Uno de los legados del proceso a la villa es la fiesta del árbol en la que se realizan plantaciones en la pinada desde 1902. Originariamente reservada a escolares supervisados por el maestro del pueblo, pervive hoy en día con el respaldo del ayuntamiento de Guardamar. Se celebra el 31 de enero de cada año

Historia

Orígenes

Lápida con la inscripción árabe hallada en 1897 en la rábita califal.
En el término municipal de Guardamar del Segura se encuentran varios restos arqueológicos de la Prehistoria e Historia Antigua, como un yacimiento fenicio del s. VIII a. C. y otro íbero donde se descubrió la Dama de Guardamar.
Posiblemente el nombre de Guardamar en época árabe era Almodóvar, siendo los andalusíes quienes fortificaron la población y fundaron, en el año 944, una rábita califal que es considerada una de las más antiguas de España.